Identificamos y combinamos innovaciones científicas con tecnología pionera para desarrollar e implementar soluciones basadas en la naturaleza, que nos permitan restaurar y mejorar los ecosistemas marinos, creando empresas que inviertan en impactos rentables y escalables.
Ayudamos a científicos y empresarios a iniciar, desarrollar y/o hacer crecer sus proyectos.
Ayudar a la sociedad a avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible, protegiendo los océanos y preservando la biodiversidad para las generaciones futuras.
Queremos hacer de la sostenibilidad marina una oportunidad para crear riqueza social y económica, construyendo puentes entre la ciencia, las empresas y los inversores.
Los proyectos y soluciones que promovemos deben ser escalables, medioambientalmente sostenibles y económicamente viables, aprovechando la gestión equilibrada de los bienes y servicios del ecosistema restaurados.
Generamos valor potenciando los océanos.
La economía azul busca una gestión sostenible del capital natural marino (los recursos naturales de los océanos y costas) para garantizar su futuro, y también el nuestro.
Nuestros mares son el origen y la base principal de la vida en la tierra. Son la principal reserva de agua y, al mismo tiempo, el medio ambiente más afectado por el cambio climático.
Dos tercios de la riqueza creada por los mares depende de la salud de nuestros océanos. La economía azul es una prioridad social mundial, y es también el objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas nº 14: La vida bajo el agua.
El 40% de la población vive en la zona costera
El 70% del oxígeno producido en la Tierra proviene de los océanos
El 30% de las emisiones antrópicas de CO2 son absorbidas por los océanos
5.4 Millones de puestos de trabajo en Europa dependen de los mares
566 mil millones de euros generados anualmente, que se espera que se duplique para 2030
Los océanos son el origen y la base principal de la vida en la Tierra, la principal reserva de agua y un factor clave para mitigar el cambio climático. Nos proporcionan una amplia variedad de recursos (Regulación, Subministro y Sociales), pero la sobreexplotación pone en peligro la sostenibilidad de todo el sistema. Por ello es esencial desarrollar prácticas innovadoras que ayuden a las economías en su transición hacia un crecimiento sostenible (Comisión Europea, 2014).
